The Pollinator Movement empezó como un experimento para hacer conservación de una forma distinta. El objetivo era imaginar y construir nuevas posibilidades para proteger la biodiversidad.
¿Por qué?
Históricamente, la conservación no ha sido un campo inclusivo. De hecho, ha dejado de lado las voces de personas como nosotras: mujeres, pueblos indígenas, personas del Sur Global y la sociedad civil. El resultado es una agenda ambiental global determinada por unos cuantos.
Para crear una nueva forma de hacer conservación, comenzamos centrándonos en las voces de tres grupos que tradicionalmente han defendido la Naturaleza, pero que aún no tienen representación en la agenda global de conservación:
Históricamente, las mujeres han sido las encargadas de cuidar a otras especies y educar a los demás sobre el cuiddo la Naturaleza. Sin embargo, estas actividades tienen un papel secundario dentro de los esfuerzos ambientales globales para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Es importante incluir la voz de las mujeres para promover una conservación que no privilegie a la razón sobre la emoción, pues esta última es quien guía las acciones de las personas.
Los saberes indígenas son necesarios para cambiar la forma en que nos relacionamos con la Naturaleza. A través de ellos podemos conocer otras formas de entender a la Naturaleza y cómo relacionamos con ella. Su exclusión de las agendas globales de conservación, perpetúa las jerarquías antropocéntricas que colocan a los humanos sobre los no humanos. Para ayudar a la biodiversidad, debemos comenzar por comprender nuestro lugar como una de las muchas especies que habitan esta Tierra.
Antes de convertirnos en científicos y/o expertos, todas en nuestro equipo fuimos civiles preocupadas por la pérdida de biodiversidad. Como civiles, encontramos muy pocas oportunidades para involucrarnos en la regeneración de la Naturaleza. La mayoría de las opciones disponibles tienen que ver con reducir, reutilizar, reciclar. Estamos convencidad de que los civiles podemos hacer más que ser consumidores conscientes. Es hora de creer en la sociedad civil y darles las herramientas que necesitan para transformar nuestras ciudades.
Una vez que las fortalezas de nuestras voces quedaron claras, llegó el momento de ponerlas en acción. Diseñamos una pedagogía que guía a los civiles para ayudar a proteger a los polinizadores y las aves.
La llamamos ciencia ciudadana biocultural por la memoria biocultural, una memoria colectiva que viene de nuestros ancestros mexicanos y nos dice que es posible relacionarse con la naturaleza de manera consciente, respetuosa y solidaria.
La ciencia ciudadana biocultural es un proceso colaborativo que va más allá de involucrar a la sociedad civil en la investigación científica. En el corazón de esta pedagogía está el principio indígena de reciprocidad. Los participantes aprenden a verse a sí mismos como una especie que participa en una comunidad más grande de seres vivos y aprenden a retribuir a esta comunidad.
La belleza de la ciencia ciudadana biocultural es que, contrario a la conservación tradicional, nuestro equipo de expertos -científicos y pueblos indígenas- no crean los hábitats, sino que guían a todos aquellos interesados en crear espacios para la regeneración de abejas, mariposas, colibríes y otras aves..
No importa si eres niño o adulto, si tienes conocimientos previos en conservación o si no. ¡Todos son bienvenidos a participar en la ciencia ciudadana biocultural!
Nuestro proyecto no solo está ayudando a la conservación de los polinizadores y las aves que viven en las ciudades, sino que está en línea con los dos marcos de conservación globales más novedosos:
El Marco Post-2020 de la Biodiversidad Global de la ONU (2021).
BiodiverCiudades para 2030 publicado por el Foro Económico Mundial y el Alexander von Humboldt Institute (2022).
Esto muestra cómo el mundo necesita desesperadamente enfoques novedosos que incluyan una diversidad de voces.
Línea del Tiempo
2022
Seleccionados como Top Innovator by UpLink- The World Economic Forum.
2021
Presentes en 10 ciudades.
2020
Lanzamos el piloto en CDMX.
2019
Nuestra fundadora se graduó del doctorado. Su investigación fue la base para construir The Pollinator Movement.